Una mañana de verano, un joven llamado Jack decidió acercarse al árbol para comprobar si la historia era cierta.
Al llegar, lo agito una vez y de pronto del cielo cayo una moneda de bronce, entonces decidio agitarlo dos veces y de nuevo cayo una moneda, pero esta vez de plata.
Pasado un rato, lo agito tres veces, entonces le cayo una moneda de oro; se quedo satisfecho y volvió a casa. Cuando se marcho, un chico llamado Pablo, que había visto lo que Jack había hecho, salio de la maleza y lo agito igual que Jack, pero al conseguir la moneda de oro se quedo insatisfecho.
Finalmente, decidió agitarlo cuatro veces, de pronto el árbol se abrió y se lo trago.